Quienes abusan de menores no son investigados, sino trasladados de parroquia
Cada cierto tiempo salen a la luz casos de sacerdotes que abusan sexualmente de menores y que son castigados por la justicia. Sin embargo, la mayoría de estos pederastas quedan impunes y reciben la protección de la Iglesia, que obstaculiza las investigaciones policiales y prefiere ocultar los casos a denunciarlos y hacer justicia. Un documental de la BBC explica como gracias a un decreto del Vaticano, los casos de pederastia en el seno de la Iglesia son silenciados sin que trascienda un crimen tan despreciable.
A través de internet circula estos días un duro documental que explica como la Iglesia católica, a través de las órdenes expresas del Vaticano, ha venido silenciando los casos de pederastia entre sus sacerdotes, preocupándose más de ocultar estos delitos que de ofrecer apoyo a las víctimas y denunciar los abusos para evitar que se repitan.
Fenómeno "endémico" El documental, de unos cuarenta minutos de duración, se centra en casos sucedidos en Irlanda, Estados Unidos y Brasil, aunque recuerda que la pederastia es un fenómeno “endémico” dentro de la Iglesia, es decir, que en todas sus diócesis se dan porcentajes similares de casos de abusos a menores. Lo preocupante, tal como se presenta en el vídeo, es que cuando se descubre uno de estos casos no se investiga sino que, por lo general, se traslada a los sacerdotes de diócesis en diócesis.
"Desprecio por las víctimas" En el programa, en el que se recogen testimonios de víctimas, opiniones de abogados y expertos, e incluso las palabras de algunos de estos sacerdotes pederastas, se afirma que la Iglesia muestra un “total desprecio por las víctimas”, puesto que, al ocultar los casos de pederastia, fomenta que aparezcan nuevos casos en las parroquias donde son trasladados.
Silencio o excomunión Por otra parte, el documental explica la norma por la que se rige el Vaticano para tratar a los curas pederastas: se trata del Acto de soliciatación, un documento emitido en secreto por el Vaticano, por el propio Ratzinger durante su época al frente de la comisión para la Doctrina de la Fe. El documento, indicaba como actuar ante actos de pederastia, e incluía un juramento de silencio de las víctimas, los testigos y el propio delincuente bajo pena de excomunión.
"Que no se descubra al cura pederasta" Este texto fue sustituido por otro similar en 2005 por el que el Vaticano asumía la competencia exclusiva en estos casos, por lo que todos los expedientes de pederastia deben pasar por Roma. Aún así, muchos curas que han practicado este tipo de avisos en otros países, acaban refugiándose en el Vaticano, que considera un “éxito”, según el documental, que “un caso de pederastia no se descubra”.
La pura hipocresia, reina en la iglesia, se condena más a un sacerdote que se enamora y se casa que a un delincuente y asqueroso violador de niños.
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