domingo, 14 de marzo de 2010

3.000 denuncias por pederastia en la última década

El promotor de justicia de la Congregación vaticana para la Doctrina de la Fe (algo así como el fiscal vaticano para la pedofilia), Charles J. Scicluna, ha afirmado en una entrevista que las denuncias contra sacerdotes implicados en casos de abusos sexuales asciende a 3.000 en los últimos 10 años.

El prelado maltés dijo que el Papa había asumido la "dolorsa responsabilidad" de decidir personalmente la expulsión de estos sacerdotes implicados en "casos especialmente graves, con pruebas de peso." Esos casos ascendían a un 10 por ciento de las 3.000 denúncias tramitadas por el Vaticano, lo que Scicluna ha descrito como una pequeña fracción de los 400.000 sacerdotes que hay en todo el mundo, y que abarcan crímenes cometidos en los últimos 50 años.

El religioso maltés explica que si un sacerdote es acusado de un "delictum gravius" el obispo de su diócesis tiene la obligación de investigar y después referirlo a la Congregación para la Doctrina de la Fe, en la que en 2003 y 2004 se recibió una "avalancha" de casos. "Muchos procedían de Estados Unidos y se referían al pasado. En los últimos años, gracias a Dios, el fenómeno se ha reducido mucho", afirma Scicluna.

Según Scicluna, el 60% de los casos entre 2001 y 2010 son "actos de 'efebofilia', es decir, debidos a la atracción sexual por adolescentes del mismo sexo; el otro 30% son relaciones heterosexuales y, el 10 por ciento restante, actos de pederastia verdadera y propia, determinados por atracción sexual hacia niños impúberes".

"Los casos de sacerdotes acusados de pederastia verdadera y propia son, entonces, unos 300 en nueve años. Son siempre demasiados, es indudable, pero hay que reconocer que el fenómeno no está tan difundido como se pretende", afirma el promotor de Justicia vaticano. De entre esos 3.000 casos de acusación, el 20% dieron lugar al desarrollo de un proceso penal o administrativo, mientras que en el 60% no hubo proceso, sobre todo, "debido a la edad avanzada de los acusados", dice Scicluna, aunque se derivaron contra ellos normas disciplinarias.

Estas declaraciones al periódico 'Avvenire' se enmarcan en la campaña iniciada por el Vaticano este sábado en defensa del Papa Benedicto XVI, al desestimar las sugerencias de que el Sumo Pontífice había intentado encubrir el abuso sexual a niños por parte de sacerdotes en Alemania.

"Está bastante claro que en los últimas días ha habido gente que ha investigado, con una tenacidad notable en Ratisbona y Múnich, en busca de elementos para implicar al Santo Padre en el tema de los abusos", dijo el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi en la Radio Vaticana.

"Para cualquier observador objetivo, está claro que esos intentos han fracasado", agregó. La antigua diócesis del Papa en Bavaria dijo el viernes que estuvo implicado en una decisión en 1980 para trasladar a un sacerdote que era sospechoso de abuso a menores.

El pontífice -en aquel entonces Joseph Ratzinger- acordó conjuntamente con el sacerdote que fuera a terapia en una rectoría en la diócesis de Múnich y Freising, donde fue arzobispo desde 1977 a 1981. Pero en vez de enviar al sacerdote a terapia como se había acordado, el entonces vicario general de la diócesis, Gerhard Gruber, lo asignó a una parroquia en Múnich sin restricciones. Gruber tomó responsabilidad completa por la decisión, según dijo la diócesis.

El viernes, el jefe de la Iglesia Católica alemana informó a la prensa sobre la situación en Alemania, donde han surgido más de 100 informes de abuso en instituciones católicas, incluyendo uno que ligaba al prestigioso coro de Ratisbona, dirigido por el hermano del Papa desde 1964 a 1994.

Ante las críticas a Benedicto XVI por no haber hecho más durante su carrera para detener los abusos, el corredor de apuestas irlandés Paddy Power aumentó el viernes las posibilidades de una renuncia de Benedicto XVI a 3 a 1, desde 12 a 1, tras una "cascada de apuestas".

El Vaticano defendió vigorosamente al Pontífice el sábado, con las palabras de Lombardi acompañando una entrevista separada al fiscal oficial de la Santa Sede, o "promotor de justicia". Monseñor Charles. J. Scicluna dijo al diario de los obispos italianos Avvenire que las acusaciones de que el Papa había ayudado a encubrir abusos eran "falsas y calumniosas".

Lombardi dijo que la legislación canónica de la Iglesia para controlar y castigar el abuso no creaba las condiciones para ningún encubrimiento siendo, por el contrario, vigorosa y severa. "Es correcto recordar que todo esto fue establecido por el cardenal Ratzinger cuando era prefecto de la Congregación", dijo Lombardi. "Su línea ha sido siempre de rigor y consistencia en lidiar aun las situaciones más difíciles", agregó.

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